Cientos marcharon este sábado en México, por el primer aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa (sur), crimen sin resolver. Desconsolados padres encabezaron la “Marcha de la Indignación Nacional”, en la ciudad de México.
Los deudos y estudiantes gritaron consignas de repudio de la versión oficial del Gobierno de Enrique Peña Nieto que señala que se trata de un caso perpetrado por policías coludidos con narcotraficantes.
Por su parte, y por Twitter, Peña Nieto manifestó: “A un año de distancia de los trágicos hechos en Iguala, reitero el compromiso del @GobMX con la verdad y la justicia”.
Sin embargo, el fuerte descredito de Peña Nieto ante el caso se consolida luego de que expertos independientes, enviados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), refutaran las conclusiones de la fiscalía general de ese país sobre.
La ONU abogó ayer viernes por un “replanteamiento general” de la investigación oficial y el esclarecimiento de sus “irregularidades”, que incluyen “informaciones sobre el uso de la tortura para conseguir confesiones y alteración de evidencias”.
La cuestionada versión de la fiscalía general indica que los estudiantes de una beligerante escuela de Ayotzinapa fueron atacados a balazos por policías en la cercana Iguala, asesinando a tres de ellos y a otras tres personas.
Y agrega que luego los 43 de los estudiantes sobrevivientes habrían sido entregados a narcotraficantes locales, quienes los asesinaron y calcinaron en un basurero cercano, por sospechar que los jóvenes eran miembros de un cártel antagónico.
A ello, los expertos de la CIDH respondieron que “no existe ninguna evidencia” de esa versión y criticaron que la investigación oficial no explore la hipótesis de que los estudiantes fueran atacados por haber tomado un autobús que transportaba heroína.